
Cuenta con un océano, pues existe una transición gas-líquido conforme se profundiza en su atmósfera. Las capas de nubes exteriores están formadas por un compuesto de hidrógeno y helio enriquecido con metano, la atmósfera interior se licua según se desciende, y envuelve al manto de hielos de compuestos químicos, entre ellos agua, amoníaco y metano. Se especula sobre si el propio océano, de gran conductividad, es el origen de su magnetismo.
Neptuno
Técnicamente, es el último planeta del Sistema Solar, si tenemos en cuenta que Plutón entra dentro de la clasificación de planeta enano. Pero aún así, hay veces que Neptuno está más cerca que Plutón, debido a excentricidades de la órbita del pequeño planeta transneptuniano.
Como si fuera un pequeño Júpiter azul, Neptuno cuenta con una estructura nubosa de bandas, y muchas tormentas y huracanes que aparecen y desaparecen con el tiempo.
Su atmósfera es muy activa, más incluso que la del propio Júpiter. Sus vientos pueden llegar a alcanzar los 2000 km/h, esto es, los vientos más fuertes de todo el Sistema Solar.
A pesar de su temperatura de superficie, unos 220 grados bajo cero, Neptuno desprende mucha energía interna, posiblemente consecuencia de su formación.
El campo magnético de Neptuno, como el de Urano, está bastante inclinado, más de 50 grados con respecto de su eje de rotación, y su origen está descentrado del centro del planeta en torno a medio radio.
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